Retomando el tópico anterior en base a la contextualización de un videojuego, imaginemos ahora que queremos medir nuestra rentabilidad no en base al ‘jugador’ o al consumidor final sino más bien por el número de los ‘inversionistas’; llamémosles anunciantes, patrocinadores o clientes que logramos -o no- atraer a nuestro ‘juego’.
Medir, al igual que para conocer la audiencia, es muy importante si de nuestros contenidos online queremos atraer la mirada de algunas marcas posicionadas en el mercado para incrementar los números, estadísticas, y/o valores en base a nuestra(s) estrategia(s).
Sumamos así al objetivo, el traducir de nuestras visitas online en remuneración por contenido(s). Pero previo a este paso habrá que preparar el terreno, es decir, la capacidad de mostrar nuestra ’cartera de usuarios’…
Pongámosle entonces nombre al videojuego, expongamos bien el caso, seamos lo más creativos y certeros, que toda vez conocida nuestra historia seremos capaces de medir cuántas posibles soluciones logramos atraer, dicho de otra forma, cuántos usuarios fijaron su interés por aceptar nuestro reto.
Es así que antes de poner tarifas habrá que hacer algunas métricas internas que nos serán útiles para mostrar nuestro potencial frente a los posibles inversionistas, como: el reconocimiento por fuente, es decir el tráfico de referencia, de búsqueda, y de afiliación por campañas. Cosa sencilla, ya que Google Analytics nos muestra dichas variables.
Es importante también saber la activación de interesados en clientes potenciales de nuestra plataforma electrónica, midiéndolo a través del correo electrónico proporcionado. A continuación vendrá el engagement, es decir, cuántos usuarios se han enganchado a nuestros contenidos, estimando generalmente el número de veces que el usuario recurre a nuestro producto y/o servicio por un determinado tiempo.
La tasa de rotación o “churn” es otra variable importante, que relacionada con la anterior, nos muestra el número de usuarios que logramos retener en un determinado periodo de tiempo, aquí será vital determinar el por qué un usuario deja de estar interesado en nosotros. Una vez obtenida, podríamos determinar el porcentaje de potenciales interesados que terminan en una venta, es decir, la conversión monetaria por adquisición.
Es vital determinar el coste de inversión por atraer nuevos clientes mediante la suma de gasto de promoción, de campañas, etcétera y dividirlo entre los nuevos clientes obtenidos no monetizados para comparar nuestro modelo de negocio por periodos de tiempo.
Saber el valor del ciclo de vida del cliente (customer lifetime value CLTV) nos indicará la contraposición al coste de inversión por nuevos clientes, es decir, si es rentable dicha adquisición por venta; para estimar esta variable de manera sencilla necesitamos saber los ingresos medios del cliente por periodo, el porcentaje bruto de cada transacción y el churn bajo la siguiente fórmula: CLTV = (ingresos medios/mes x margen bruto medios) churn.
Saber la cantidad de dinero que invertimos nos ayudará a determinar la variable conocida como Crash burn rate, con la que sabremos el tiempo en que consumimos nuestros fondos; para estimar esta variable debemos conocer los costos fijos.
El número de variables a aplicar dependerá de cuantas deseemos medir en relación al desarrollo de nuestro blog o página electrónica, las que se exponen en este texto son sólo algunas que podrían ser la base de un estudio interno para fijar de nuestras estadísticas las tarifas de aparición ante posibles inversionistas o clientes publicitarios, finalmente hay que recordar que las métricas son la base para la toma de decisiones.